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REFLEXION DEL DIA 11 DE AGOSTO DE 2009
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REFLEXION DEL DIA 11 DE AGOSTO DE 2009
HOLA POTRILLAS COMO ESTAN ESPERO QUE BIEN, AQUI LES DEJO LA REFLEXION DEL DIA DE HOY ESPERO QUE LES GUSTE.
LA VENTANA
Las hojas caían de los árboles como si fueran gotas de lluvia. El otoño había comenzado y también el frío anunciante de un próximo invierno.
Todo el movimiento en la ciudad cesaba en la tarde. Ya cuando el sol caía, muy poca gente se aventuraba por las calles en medio de las frecuentes lluvias.
Yo miraba por la ventana, presa fácil de la curiosidad. En la vereda de enfrente, transitaba un hombre que vestía un elegante traje gris. De pronto el tiempo se detuvo, los segundos no eran tales, los latidos de mi corazón sólo eran milésimas atrapadas en un reloj sin cuerda.
Pude escuchar sus pensamientos: pedazos de su alma.
"No me preocuparé más por mis hijos. Yo no les enseñé a ser desagradecidos. Uno hace todo por ellos y..."
Mis ojos buscaron inmediatamente a una muchacha, de expresión dulce y pasiva.
"¿Cómo le digo a mi novio que ya no lo amo?" pensaba ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas, como una nube a punto de liberar el agua: su esencia.
Más a la derecha caminaba una mujer que vestía un lujoso tapado de piel.
No pude penetrar en sus pensamientos: fríos y dispersos. Quise mirar para otra parte, hallando así mis propios ojos en un espejo.
"¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Acaso este reflejo oscuro e incierto es la sombra de lo que realmente soy?" me dije, y no pude evitar sentir que mi cuerpo estaba vacío.
Y poco a poco el espejo empalidecía, y la imagen se distorsionaba raudamente. Pensé que aquello tendría algún significado, tal vez que la sensación de vacío no era real, pero estaba equivocado.
Entonces los segundos fueron tales y mi corazón se aceleró bruscamente. En mi cara, la expresión de culpa predominaba. Sentí culpa por el enfado de aquel hombre, las lágrimas de la muchacha, los pensamientos negros de la mujer del tapado... Era obvio.
Todo fue obra de mi mente insana. Nada fue real, ni el hombre, ni la muchacha, ni la mujer.
Al abrir los ojos estaba tendido en la cama. Las luces aún estaban encendidas y una tenue brisa ingresaba por una puerta entreabierta. “Por suerte fue sólo un sueño” pensé, y me puse de pie.
La ventana estaba abierta y dejaba entrever una leve llovizna. Las hojas empezaban a caer de los árboles. El otoño había comenzado y también el frío anunciante de un próximo invierno. Y miré por la ventana, presa fácil de la curiosidad...
Colaboración de Mariano Verryt
Argentina
LA VENTANA
Las hojas caían de los árboles como si fueran gotas de lluvia. El otoño había comenzado y también el frío anunciante de un próximo invierno.
Todo el movimiento en la ciudad cesaba en la tarde. Ya cuando el sol caía, muy poca gente se aventuraba por las calles en medio de las frecuentes lluvias.
Yo miraba por la ventana, presa fácil de la curiosidad. En la vereda de enfrente, transitaba un hombre que vestía un elegante traje gris. De pronto el tiempo se detuvo, los segundos no eran tales, los latidos de mi corazón sólo eran milésimas atrapadas en un reloj sin cuerda.
Pude escuchar sus pensamientos: pedazos de su alma.
"No me preocuparé más por mis hijos. Yo no les enseñé a ser desagradecidos. Uno hace todo por ellos y..."
Mis ojos buscaron inmediatamente a una muchacha, de expresión dulce y pasiva.
"¿Cómo le digo a mi novio que ya no lo amo?" pensaba ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas, como una nube a punto de liberar el agua: su esencia.
Más a la derecha caminaba una mujer que vestía un lujoso tapado de piel.
No pude penetrar en sus pensamientos: fríos y dispersos. Quise mirar para otra parte, hallando así mis propios ojos en un espejo.
"¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Acaso este reflejo oscuro e incierto es la sombra de lo que realmente soy?" me dije, y no pude evitar sentir que mi cuerpo estaba vacío.
Y poco a poco el espejo empalidecía, y la imagen se distorsionaba raudamente. Pensé que aquello tendría algún significado, tal vez que la sensación de vacío no era real, pero estaba equivocado.
Entonces los segundos fueron tales y mi corazón se aceleró bruscamente. En mi cara, la expresión de culpa predominaba. Sentí culpa por el enfado de aquel hombre, las lágrimas de la muchacha, los pensamientos negros de la mujer del tapado... Era obvio.
Todo fue obra de mi mente insana. Nada fue real, ni el hombre, ni la muchacha, ni la mujer.
Al abrir los ojos estaba tendido en la cama. Las luces aún estaban encendidas y una tenue brisa ingresaba por una puerta entreabierta. “Por suerte fue sólo un sueño” pensé, y me puse de pie.
La ventana estaba abierta y dejaba entrever una leve llovizna. Las hojas empezaban a caer de los árboles. El otoño había comenzado y también el frío anunciante de un próximo invierno. Y miré por la ventana, presa fácil de la curiosidad...
Colaboración de Mariano Verryt
Argentina
La Vice Presi- Cantidad de envíos : 4052
Edad : 43
Localización : FUSAGASUGA, COLOMBIA
Humor : ALEGRE
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: REFLEXION DEL DIA 11 DE AGOSTO DE 2009
hermosa!! gracias por compartir.
Erika- Cantidad de envíos : 2308
Edad : 49
Localización : Cali
Fecha de inscripción : 01/10/2008
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